Cartas A Los Perdidos - Brigid Kemmerer

Título: Cartas A Los Perdidos.
Título Original: Letters To The Lost.
Saga: Autoconclusivo.
Autora: Brigid Kemmerer.
Editorial: V&R Editoras - VRYA.
Colección: Narrativa Juvenil.
Fecha de Publicación: Mayo 2017.
ISBN: 9789877472691
N° de Páginas: 560
Goodreads

Sinopsis: ¿Y si las palabras de un desconocido pudieran sanar tu corazón? He empezado 35 cartas, y todas comienzan con "Tengo 17", pero después no puedo escribir más. No quiero arruinar lo que tenemos. No quiero perderlo. Me veo como una estúpida. Parece que estuviera aquí sentada escribiendo cartas a la oscuridad, esperando una respuesta. Ni siquiera te conozco, pero siento que te entiendo. Siento que me entiendes. Y eso es lo que más me gusta de todo esto.

Gracias a V&R Editoras por el ejemplar para esta reseña.



Opinión Personal: 


Algunos de ustedes sabrán que últimamente mi tiempo para leer se ha reducido demasiado porque soy prácticamente la nana Mcphee de mi sobrino, es por ello que me he tardado siglos con mis pendientes, pues ya que actualmente un libro que en el pasado leía quizás en cuatro días ahora lo leo como en semana y media o más, por eso me sorprendí bastante cuando me di cuenta de que “Cartas a los perdidos” que es un libro de más de quinientas páginas lo había acabado en la sorprendente cantidad de dos días, por lo que creo que eso puede darles una pista de lo mucho que ame este libro. De verdad que había leído en varias partes que este libro era una maravilla pero no quería ilusionarme porque todos sabemos lo que pasa cuando tengo altas expectativas de un libro, sin embargo me sorprendió y termine amándolo.

La madre de Juliet ha fallecido hace algunos meses en un accidente de tráfico, desde ese tiempo Juliet ha visitado su tumba y escrito cartas a su madre a pesar de que es consciente de que no obtendrá alguna respuesta, pero hacer dicho ritual hace que la perdida sea menos dolorosa. Pero un día sin sospecharlo encuentra que alguien no solo ha leído las cartas que eran intimas para ella, una especia de secreto entre su madre y ella, sino que también dicha persona se ha atrevido a escribir una respuesta. A pesar de que en un indicio la molestia se apodera de Juliet, es esta misma la que provoca que deje una carta como respuesta a la persona anónima que interfirió en su privacidad.

Declan es el chico más problemático del instituto, después de chocar su auto contra un edificio se encuentra en libertad condicional además de que se ve obligado a hacer trabajo comunitario, mismo que consiste en podar el pasto del cementerio. Es ahí donde encuentra una carta sobre una tumba que llama su atención lo que lo lleva a leerla, no puedo evitar sentirse identificado así que deja un tipo de respuesta. Lo que él no esperaba era encontrar otra carta, pero esta vez dirigida a él. Donde la chica misteriosa le reclama haber interferido con su privacidad.

Sin embargo, pronto aquellas cartas comenzaran a ser la forma en que ambos desvelen sus secretos y mayores temores a alguien completamente desconocido, pues es ese mismo anonimato el que les otorga el valor para confesarse por medio de cartas y desahogar el dolor que los atormenta. Sin percatarse crecerá entre ambos un tipo de amistad y confianza que los ayudara a que el otro se convierta en el salvavidas que tanto necesitan. Situación que los ayudara a afrontar todos los obstáculos que la vida diaria, sus familias y sus pérdidas les ocasionan. Especialmente cuando el anonimato les brinde la oportunidad de ser quienes realmente son y confesar, los temores que jamás se habían atrevido a aceptar ni siquiera a sí mismos.

Si alguno de ustedes me sigue desde el comienzo sabrá que tengo una vida emocional bastante difícil, por eso me parece bastante irónico que libros tan sentimentales como este lleguen a encantarme, y creo que en este caso es porque se trata de una historia bastante conmovedora que nos otorga mensajes súper motivadores. Creo que el mayor mensaje que pude descubrir fue el hecho de que siempre hay alguien que puede entendernos aunque nosotros creamos que nadie lo hará, que hay alguien que se siente igual que nosotros y sobre todo, que no importa la gravedad de la tormenta, siempre habrá una salida por más lejana que logremos visualizarla.

La pluma de la autora es extraordinaria, es el tipo de narración que te atrapa desde las primeras líneas y no te permite soltar el libro porque quieres averiguar qué es lo que sucede a continuación, la verdad es que es demasiado atrapante. La forma en que creó la comunicación de los dos protagonistas por medio de cartas y posteriormente con correos electrónicos, me fascino, especialmente cuando el anonimato intervenía, pues podías sentir que de esa forma ambos personajes se sentían más confiados de confesar sus problemas.

En pocos libros me ha tocado experimentar junto con los personajes su sufrimiento y sentimientos, en esta historia pude sentir a la perfección cada uno de los ánimos que se experimentaban, desde la ira, la tristeza, la frustración y la alegría, es una experiencia magnifica embarcarte en un libro que no solo te regalara buenos momentos y un buen sabor de boca, también te hará olvidarte de la realidad por momentos así como darte una lección de vida haciendo lo que más amas, sumergirte en las páginas de un libro inolvidable.

Una de las cosas que más me gustaron fue el anonimato de las cartas, de hecho me habría gustado que dicho anonimato durara más, pues de cierta forma me gustaba cuando ninguno de los dos sabia la identidad del otro, desde mi perspectiva se sentía como un secreto, algo que escondían no por temor o vergüenza sino más bien porque deseaban que fuera solo para ellos. Ayuda mucho el hecho de que la narración este vista desde dos puntos de vista, el de Juliet y Declan, pues nos da la oportunidad de experimentar sus reacciones a las cartas y adentrarnos mas en lo que sienten y piensan.

Otro hecho curioso de este libro es que la mayoría sino es que todos los personajes, fueron de mi agrado. El dolor que siente Juliet es palpable, y a pesar de que logre conectar con ella, en ocasiones que se encerrara en su sufrimiento me desesperaba un poco, el que sintiera su dolor de una forma tan profunda y que no se diera tiempo para aceptar la muerte de su madre, creo que me descolocaba un poco el que se olvidara de vivir por sentirse culpable de dicho fallecimiento. Declan me pareció un chico problemático con buenas razones, es decir, no es que tenga pretexto para ser tan hostil como era, pero creo que era compresible que se tuviera de alguna forma sus muros cuando había sufrido tanto desde el pasado y especialmente, cuando sentía que su madre lo había dejado fuera, sin embargo tenia tintes agradables como su relación con su mejor amigo, y el sentido del humor que de repente hacia presencia.

Uno de mis favoritos definitivamente fue Rev, quien es el mejor amigo de Declan, me gustó mucho
su forma de ser y me pude identificar mucho con sus deseos de pasar desapercibido y de ser casi invisible a los ojos de las personas que lo rodeaban, pero a lo largo de la historia se puede ver que es un chico encantador con un muy buen corazón. La profesora Hillard fue uno de los personajes que me pareció sumamente memorable, es el tipo de profesor que ama su profesión, que empatiza con sus alumnos y ven la verdadera esencia de ellos sin criticarlos solo por lo que saben, que buscan que sus alumnos se superen y sobre todo, que se percaten del potencial que poseen, creo fielmente que si hubieran más profesores como ella en la vida real, la escuela sería mucho más pasable y la sociedad más tolerante.

Tengo que decir que me encanto la forma en como Juliet y Declan van creciendo a lo largo de la historia, me gusto como se da esa relación entre ellos sin cambiar por completo la esencia que los caracteriza, además el hecho de que en ocasiones están dispuestos a aceptar que están equivocados, es muy admirable de su parte.


“Como sea, odio todo esto. Yo digo que no me importa lo que la gente piense de mí, pero es mentira. A cualquiera le importaría si todo el mundo pensara que uno no es mas que una bomba de tiempo”.

“Vuelvo a leer la carta. El dolor emana de cada palabra como una llamarada. Ese dolor que te hace escribir cartas a alguien que nunca las va a leer.
Ese dolor que te aísla. Ese dolor que puedes asegurar que nadie más ha sentido, jamás”.

“Huele a arrogancia… la arrogancia de insertarse en el dolor de otra persona y pretender adueñarse de una parte. Mamá decía que las palabras siempre llevan un poco del alma de su autor, y casi puedo sentir como emerge esa alma de la hoja de papel”.

“La privacidad es una ilusión”.

“Odio estar aquí, pero después de estar semanas haciendo esto, me he dado cuenta de que los trabajos forzados son buenos para pensar”.

“El silencio me lastima los oídos y me deja con demasiado tiempo para pensar”.

“Rowan no tiene que preocuparse por llegadas tardes ni por castigos: los profesores la aman. Se sienta en la primera fila en todas las clases y presta suma atención a todo lo que dicen, como si se levantara cada mañana con sed de conocimiento. Es la clase de chica a la que la gente le encanta odiar: es delicadamente bella, siempre tiene algo amable para decir y parece no costarle nada lograr un promedio impecable. Sería más popular si no fuera tan perfecta. Se lo digo todo el tiempo”.

“¿Alguna vez oíste hablar de Kevin Carter? Ganó el premio Pulitzer por la fotografía de una niña moribunda. Es una foto bastante famosa, así que quizás la hayas visto. Una niñita famélica, en Sudan, está tratando de llegar a un centro de reparto de alimentos. Tuvo que detenerse a descansar porque no era más que un esqueleto sostenido por un poco de piel. Tuvo que descansar porque no tenía fuerzas para llegar a la comida en un solo viaje.
Así que se echó en la tierra a descansar, una niñita diminuta, mientras un buitre se sentó cerca de ella esperando.
¿Entiendes? Esperando. A que ella se muriera.
A veces pienso en esa foto. Pienso en ese momento.
A veces me siento como la niña.
A veces me siento como el ave.
A veces me siento como el fotógrafo, incapaz de hacer otra cosa más que mirar.
Kevin Carter se suicidó después de ganar el Pulitzer.
A veces creo entender por qué”.

“Rev no va por ahí recitando pasajes de la Biblia ni nada por el estilo –generalmente-, pero su fe es sólida como una roca. Una vez le pregunte cómo puede creer en un Dios providencial cuando apenas sobrevivió a la convivencia con su padre.
Me miro y dijo:
-Porque logre sobrevivir.
Y ahí no hay nada que discutir”.

“¿No te parece curioso que la gente hable de “perder” a alguien, como si no supieran donde esta? Pero quizás se trate de un significado distinto de “perder”, en el sentido que uno no sabe a dónde se fue”.

“La sobreviven. Este chico tiene razón. Las palabras que usamos para hablar sobre la muerte son extrañas. Como si escondiéramos algo”.

“Todos estamos unidos por el dolor, pero de alguna manera también estamos separados por lo mismo”.

“A veces pienso que el destino conspira en contra de nosotros. O quizás el destino conspira con nosotros”.

“Quizás no sea buena idea esto de las cartas. Ya he dicho demasiado, y cada vez que apoyo el lápiz sobre el papel, es como desenterrar con una excavadora recuerdos que quiero dejar enterrados”.

“Una definición de la locura habla del acto de hacer algo una y otra vez, esperando que el resultado sea distinto”.

“Odio eso. Odio que la gente me trate como a un idiota que apenas sabe leer la hora”.

“La gente a veces dice que perder a un familiar es como perder un brazo o una pierna. Su muerte fue como perder la mitad de mi mismo. La extraño, pero sé que nunca la voy a recuperar”. 

“Las palabras son palabras. Decir una mala palabra no me convierte en estúpido, así como decir “polisílaba” no hace que alguien sea inteligente”.

“Es la vida. Cuando todo se va a la mierda, lo único que puedes hacer es ir para adelante”.

“-Siempre te ves tan enojada –observó con voz suave, cuidadosa.
-Estoy enojada”.

“Siento que he estado estancada en la ira desde hace tiempo ya, y me hundí tanto en ella que no hay forma de escapar”.

“Tengo miedo de que la ira me haga perder la calma”.

“Los hombres a veces son como los niños, Juliet. Solo necesitas algo brillante para distraerlos”.

“He empezado 35 cartas, y todas comienzan con “Tengo 17”, pero después no puedo escribir más. No quiero arruinar lo que tenemos. No quiero perderlo. Sueno como una estúpida. Parece que estuviera aquí sentada escribiendo cartas a la oscuridad esperando una respuesta.
Ni siquiera te conozco, pero siento que te entiendo.
Siento que me entiendes.
 Y eso es lo que más me gusta de esto”.

“No me gusta ser el centro de atención y quiero que ella pase a otra cosa”.

“¿Tanto miedo te da parecer inteligente?”.

“Le tenía miedo a su dolor. Parecía mucho más intenso que el mío, y me preocupaba que se apoderara de mi”.

“A veces uno llega a un punto en que el dolor es tan intenso que se es capaz de hacer cualquier cosa para dejar de sentirlo.
Incluso si eso significa hacer algo que lastime a otro”.

“¿Crees en el destino? A veces quiero creer en eso. Quiero creer que todos vamos camino a… algo, y que nuestros caminos se entrecruzan por una razón”.

“Si no puedo culpar al destino, ¿Quién tiene la culpa?”.

“Ella habla sobre como el destino arranca a las personas de nuestro lado, e inevitablemente pienso si el destino estará haciendo precisamente eso”.

“Estoy atrapada en un pozo de ira y dolor y perdida, pero cuanto más tratan de sacarme de él, más ganas tengo de enterrar mis pies en el suelo y aferrarme a las paredes de tierra”.

“Desde hace cuatro años que me digo lo mismo. Las palabras ya no tendrían que afectarme tanto. Ya no. Pero dichas por ella… De pronto, algo que me daba tanta seguridad parece haberse convertido en otra posible decepción”.

“¿Quieres saber en qué creo? Creo en el destino, pero creo también en el libre albedrio. Es decir, existe un camino, pero somos libres de desviarnos y tomar otro. El único problema es que no hay manera de saber de quién es el camino que estamos siguiendo ¿El nuestro? ¿O el del destino? Las demás personas también siguen sus propios caminos. ¿Qué pasa cuando nos cruzamos? ¿Qué pasa cuando otra persona nos borra el camino y nos quedamos sin sendero que seguir? ¿Es ese el destino? ¿O es ahí donde empieza a actuar el libre albedrio? ¿Sigue el camino ahí, pero no lo podemos ver?
¿Quién carajo sabe?”.

“Ella tomo esa decisión. O quizás el destino lo decidió por ella.
Lo importante es que no fuiste tú.
Sé que eso no es muy reconfortante. Conozco bien la ira y sé muy bien lo que es culparse a uno mismo. Podríamos tratar de reconfortarnos hasta que se nos caigan los dedos.
No importa. Ambos sabemos lo que hicimos.
La culpa no es una competencia. O al menos no debería serlo”.

“Una idea me hace caminar más despacio. ¿Estoy siguiendo algún camino predeterminado? ¿O me estoy escondiendo detrás de mi dolor por elección propia?
No me gusta ninguna de la dos opciones”.

“No puedo descifrar su expresión. Es una mezcla de decepción y esperanza.
Refleja cómo me siento conmigo misma”.

“El dolor me ayuda a concentrarme”.

“Lo que no saben es que estoy aterrada.
Eso querrá decir que me estoy desviando del camino impuesto por el destino. ¿No? Que estoy siguiendo mi propio camino. Porque el otro me daba muchísimo menos miedo”.

“Tiene miedo. Tiene miedo. Por eso está desesperado”.

“Es como si alguien hubiera puesto un ángel bueno y un ángel malo en medio del patio de la escuela”.

“Me dijo que sería más valioso si adquiría experiencia por mérito propio”.

“Estoy desconcertada con esto de hacer tantas cosas inesperadas”.

“Pero siento que estoy fingiendo. Soy un globo, esperando que alguien me clave un alfiler para hacerme explotar, y así dejar una pilla de trozos de látex en el suelo”.

“-¿Quieres ir al baile esta noche? –le pregunto a Rev.
-Solo si te pones ese vestidito rojo con lentejuelas que me gusta”.

“Quiero ir. Quizás yo también quiera hacer algo inesperado”.

“Me siento tan vacía por dentro”.

“Me pregunto: si sigo fingiendo, ¿en algún momento creeré que es de verdad? En parte, me preocupa que si sigo fingiendo termine olvidando por completo lo que es real”.

“La gente a veces no tiene razones lógicas para hacer lo que hace. Deberías saber eso mejor que nadie”.

“Decir algunas cosas merece el peor de los castigos, pero uno puede destrozar a alguien como el sin necesidad de preocuparse por las repercusiones”.

“Siento una repentina necesidad de disculparme por cómo se dieron todos nuestros encuentros. Los malentendidos no fueron del todo mi culpa, pero creo que el también lo sabe. Es cauto, como yo. Puedo quitar algunos eslabones de mi armadura, especialmente porque me ofreció un poquito de confianza, sin pedir nada a cambio. Eso es tan inesperado”.

“Pienso en lo que dijo Declan sobre el hecho de que algunas personas parecen ser blanco fácil de la hostilidad”.

“Hablo del hecho de que las personas vulnerables están protegidas por las reglas, pero que personas como él pueden ser atacadas sin ningún miramiento, porque la gente supone que se lo merecen.
¿Crees que eso pueda ser verdad? Si un chico rico se burla de un chico pobre por estar vestido con ropa usada, no hay duda de que eso es cruel. Si un chico pobre se mofa de un chico rico por haber desaprobado un examen, ¿es menos cruel por la clase social a la que pertenece cada uno? ¿De alguna manera somos todos blancos unidimensionales?
Y si lo somos, ¿hay forma de mostrar más aspectos de nuestra vida? ¿O estamos todos atrapados en una sola fotografía que no cuenta la historia completa?”.

“Un día no equivale a toda tu vida. Un día es un día, y nada más”.

“-¿Crees que hay algún problema con tener a alguien con quien hablar?
-No necesito a nadie con quien hablar. Estoy bien.
-Todos necesitamos a alguien con quien hablar”.

“Es increíble la cantidad de gente que mira para otro lado cuando piensa que algo no es tan grave”.

“El mundo no puede dar alegrías tan grandes como las que quita, cuando el brillo de las ideas primeras se apaga con el deterioro de sentir”.

“Pero si vas a perder la compostura, este es un lugar bastante seguro para desmoronarse –toma dos galletas del plato y me da una-. Toma. Trágate tus sentimientos”.

“Voy a buscar unos refrescos –dice Rev lentamente, a propósito-. Te voy a traer uno. Pestañea una vez si te parece bien”.

“Sonrió, pero todavía siento que las lágrimas están queriendo salir. Rev me está tomando el pelo, pero con cariño. Amistosamente. Pestañeo una vez”.

“Todos los momentos son significativos”.

“Aquí es cuando Rev empieza a asustar a la gente”.

“-¿Soy más fuerte de lo que pensabas?
-Eres precisamente tan fuerte como yo pensaba”.

“Ahora siento que la ira me estruja el pecho, pero la prefiero antes que el miedo. A la ira la entiendo y le doy la bienvenida con los brazos abiertos, incluso cuando la siento subir por la espalda y clavar sus garras en mis hombros”.

“A veces me pregunto si le fallara algo en la cabeza, por como confía en personas que están destinadas a decepcionarla”.

“Una imagen es un momento”.

“Quiero decir que una fotografía no es más que eso: un punto en el tiempo. No sabemos lo que realmente les pasa a las personas de la foto. Ni tampoco sabemos que le pasa al fotógrafo. Lo que hace que la foto sea importante es lo que aportamos nosotros: quien suponemos que es el malo y quien suponemos que es el bueno. Creo que la hace importante como nos sentimos cuando la vemos. Y para generar un efecto, una fotografía no tiene que ser sobre disturbios, muerte, hambre o niños jugando en una zona de guerra”.

“No estoy enojado. Me siento… afuera”.

“Te lo dice alguien que ya no puede contarle nada a su madre. Deberías contarle todo lo que puedas”.

“”Ante los aporreos del azar, mi cabeza sangra pero no baja”.
En otras palabras, la vida tiene un gancho derecho terrible, pero no me va a derribar”.

“”Soy el amo de mi destino, el capitán de mi alma”.
No recuerdo cuando fue la última vez que me sentí amo de mi propio destino”.

“-Así que tú eres el chico con el que Marisol se va a casar, según ella se la pasa diciendo.
-Bueno, ya saben, no queremos apresurarnos”.

“Nunca nadie me ha defendido así. Nunca. Estoy acostumbrado que la gente me frene, no a que salga a defenderme”.

“Quizás querías intentar matarte, pero no creo que realmente quisieras hacerlo”.

“Me gusta como lo pregunta. No me lo ordena. Me da libertad de decir que no”.

“Habla conmigo. Si no te molesta.
¿Si no me molesta? Podría hablar contigo para siempre”.

“-Toc, toc.
-Me hiciste llorar.
-Generalmente, la gente pregunta: “¿Quién es?”.
-Ahora me hiciste reír. ¿Quién es?
-En realidad, no tenía ningún chiste preparado”.

“Solo porque alguien no este arriesgando su vida, no quiere decir que el trabajo al que se dedicó siempre sea… inútil”.

“Un hombre llamado Brandon Stanton abrió una página de internet en la que sube fotografías de personas que encuentra en la ciudad de New York y les hace una pregunta. Después publica las fotos con lo que las personas dicen. Por alguna razón, le cuentan sus secretos más oscuros, sus recuerdos más dolorosos… y le permiten publicarlo en internet. Millones de personas han visto sus fotografías. Millones, Juliet. Sus fotografías han afectado a millones de personas, y todo fue porque un tipo empezó a dar vueltas por New York y a tomar fotografías de extraños”.

“Nada de esto es justo, Juliet. Nada”.

“Claro que lo harías. Tú no tienes miedo de decirle nada a nadie”.

“Pero la cantidad de rechazos que uno puede soportar tiene un límite y después uno se rinde y deja de intentarlo”.

“Nos equivocamos. Tu trazas tu propio camino”.

“Agradezco a los dioses que fueren por mi alma inconquistable”.

“Aún recuerdo como era sentir que yo era parte de algo.
No recuerdo cuando fue la última vez que sentí eso”.

“Hay una gran diferencia entre egoísmo y supervivencia”.

“Se siente muy culpable. Tiene mucho miedo de decir algo equivocado que te aleje aún más. Le aterra perderte a ti también”.

“Pero todos tenemos ideas distintas del fracaso”.

“Me lanzo en sus brazos.
El me abraza, y es la sensación más linda del mundo”.

“Hay amigos que llevan a la ruina, y hay amigos más fieles que un hermano”.

“Pero él se quita la capucha y baja el cierre del abrigo.
Y después se queda inmóvil.
-Por favor, Rev –digo con las cejas levantadas-, por lo menos espera a que estemos solos.

“-Bueno –lo miro-. No tienes que demostrar nada, Rev.
-No estoy listo –dice el-. Todavía no.
 Me encojo de hombros y trato de que esto no parezca gran cosa.
-Siempre se puede hacer mañana.
-Si –asiente él-. Siempre se puede hacer mañana”.

“Me deja sin aliento. Se ve tan llamativo y letal como siempre, pero conozco sus secretos. Sé que parte de eso es solo una fachada”.

“Fuiste la primera persona que me vio por completo, Juliet. La primera persona que me hizo sentir que era algo más que un chico con mala fama y antecedentes penales. Eso es lo más difícil de haber perdido a la chica del cementerio. No sé si alguien volverá a verme así”.

“No puedes trazar tu propio camino con los ojos cerrados”.


“Cartas A Los Perdidos” es una historia sumamente hermosa que vale la pena, si, quizás cuente con un par de clichés y un par de detalles sean predecibles pero son detalles tan pequeños que en ningún momento le restan satisfacción a la lectura. La historia es conmovedora. La autora logra que conectes con las emociones y con los personajes. Es atrapante y adictiva en cantidades iguales. Definitivamente me encanto el libro, me hizo sentir un huracán de emociones, tengo deseos de leer mucho más trabajos de la autora porque ha logrado cautivarme con el mundo que ha logrado crear. Si alguien logra que lea un libro en dos días con esa cantidad de páginas, se merece mi tiempo de lectura en más de una ocasión. Algo me dice que este libro se convertirá en uno de mis favoritos pues la experiencia y enseñanzas que me ha dejado son memorables.

Veredicto:

Un libro ampliamente recomendable, créanme cuando les digo que valdrá totalmente la pena y que invertirán muy bien su tiempo si le dan una oportunidad. Es una historia llena de emociones, que además otorga enseñanzas pero sobre todo, nos enseña que a pesar de todas las adversidades, el camino por recorrer siempre tendrá una recompensa. 


Sobre la escritora: 
Brigid Kemmerer nació en Omaha, Nebraska, aunque sus padres, se movieron por todo los Estados Unidos, desde el desierto en Albuquerque, Nuevo México, a la orilla del lago en Cleveland, Ohio, varias paradas en el medio, finalmente se instaló cerca de Annapolis, Maryland . Brigid comenzó a escribir en la escuela secundaria, y su primera novela fue acerca de cuatro hermanos causando un alboroto en los suburbios. Esos cuatro hermanos son los mismos niños que viven en las páginas de la Serie Elemental, por lo Brigid suele decir que ha tenido cuatro hijos adolescentes ocupando espacio en su cabeza desde hace diecisiete años.


Summer

11 comentarios:

  1. Hola!!
    No lo conocía y me lo llevo apuntado, tiene buena pinta.
    Un saludo :)

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  2. Hola, si ya tenía ganas de leer este libro al leer tu reseña y algunas de las citas que has compartido esas ganas han aumentado como por mil. Qué padre que hasta se haya vuelto un favorito ;D

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  3. No conocia el libro y tiene muy buena pinta, me lo apunto.

    Saludos

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  4. ¡Hola!
    Vi este libro hace mucho y a pesar de que la portada es muy bonita no me puse a mirar de que iba y ¡que gran error! me ha llamado mucho la atención y todo lo que has comentado me ha gustado, así que me lo llevo más que apuntado.
    Una de mis partes favoritas son las frases que pones, son geniales <3.
    Gracias por la reseña, nos leemos :)

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  5. Hola! Este libro tampoco lo conocía y me encanta lo que cuentas sobre él. Sin duda me lo llevo anotado a ver si por aquí lo encuentro.
    Besos!

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  6. ¡Hola!

    Antes que nada, lindo blog ^o^
    Ahora si, creo que esta novela tiene una buena trama y suena genial pero no soy del tipo drama-romance-pérdida-dolor digamos que soy más fantasía XD
    ¡Excelente reseña!

    ¡Saludos!

    PD: Vengo de la iniciativa de seamos seguidores y ya te sigo, te invito a visitarme :3

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  7. ¡Hola!
    No conocia este libro pero la portada esta realmente preciosa, y despues de tu reseña y esas frases geniales vere si le doy una oportunidad.

    ¡Nos leemos! :3

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  8. ¡Hola! Parece un libro interesante, pero ahora mismo no me llama lo suficiente. No es el tipo de libro que busco en estos momentos.

    Besos!

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  9. ¡Holaaaa! El libro tiene una pinta muy buena y me llama mucho el tipo de relación de los protagonista así que me lo apunto por si puedo hacerme con él y ver que tal me parece a mí ;)
    Me alegro de que te haya gustado!!
    Un beso y nos leemos <33

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  10. hola,
    veo que has disfrutado muchisimo de este libro, me lo llevo apuntado para mas adelante, ahora estoy saturadita de lecturas. Gracias por la reseña
    besotes ❤

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  11. Holaaa
    Me alegra que te haya gustado tanto el libro, yo lo quiero leer desde hace un tiempo, pero de momento no tengo tiempo, espero hacerlo pronto
    Un besazo y gracias por la reseña ^^

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